Echando unas partidas a 'The Last of Us'

Volvemos con una de nuestras últimas secciones: echando unas partidas, el especial en el que nos acercamos brevemente a los juegos que, o ya tienen su propio primer contacto o análisis, o nos impiden escribir más de la cuenta sobre ellos, y lo hacemos acompañados de la esperadísima demode ‘The Last of Us’.

Hoy era el día en el que los poseedores de ‘God of War: Ascension’ podían acceder a la demo de‘The Last of Us’. El exclusivo de PS3 se ha convertido en uno de esos títulos por los que contar los días que quedan hasta su lanzamiento, y lógicamente el entusiasmo generado ha acabado afectando a la descarga de la demo.

The Last of Us: ese aspirante a juegazo

El primer contacto realizado por mi compañero Jarkendia ya dejaba entrever que lo que se avecina con ‘The Last of Us’requiere de toda nuestra atención. Tenía muchas ganas de ponerme a los mandos y debo confesar que hay poco margen para no confiar en lo que nos tienen preparado.

Dudas hay, como siempre, el aspecto gráfico es formidable pero no sé si se aleja de lo prometido con los primero vídeos, por ejemplo, pero tanto a nivel jugable como de su historia parece rallar a la perfección. El miedo por la actitud de Ellie parece despejarse cada vez más, e ir acompañados parece que va a ser más deseado que odiado.

Algo similar ocurre con esa mezcla de exploración y acción que tan pocas veces se ha conseguido plasmar con éxito. No es que te invite a rebuscar entre los cajones, es que un simple enfrentamiento ya deja entrever que va a ser de vital importancia en cualquiera de los niveles de dificultad.

Me quedo conforme con la forma en la que han introducido los tiroteos. Joel, pese a esa oscura experiencia que se viene relatando desde que se anunció el juego, no es ningún Rambo al uso, y eso se nota tanto en su forma de actuar como a la hora de desenfundar el arma y dar un tiro certero. Es difícil y torpe cuando las cosas se complican, pero no imposible, es todo lo complicado que podría ser si fuésemos nosotros los que estuviésemos en su situación